Acompáñanos a celebrar 6 décadas de:
«Educar humanizando el corazón para la libertad y la justicia»
El corazón de Fe y Alegría está más dispuesto que nunca para “amar y servir”
desde esa profunda fe, que emana del Cristo que camina con su pueblo
Seguimos educando “donde termina el asfalto”
presentes en comunidades indígenas y en sectores periféricos de 14 provincias de nuestro país
Sembrando la utopía de que “Una nueva Educación para un nuevo Mundo”
es necesaria para alcanzar paz y justicia social
Fe y Alegría viene a ofrecer su corazón
en este momento donde todo parece desesperanzador
El corazón de Fe y Alegría está más dispuesto que nunca para “amar y servir”
desde esa profunda fe, que emana del Cristo que camina con su pueblo
Seguimos educando “donde termina el asfalto”
presentes en comunidades indígenas y en sectores periféricos de 14 provincias de nuestro país
Sembrando la utopía de que “Una nueva Educación para un nuevo Mundo”
es necesaria para alcanzar paz y justicia social
Fe y Alegría viene a ofrecer su corazón
en este momento donde todo parece desesperanzador
Abanderamos el sueño de un Ecuador
donde todos y todas tengamos las mismas
posibilidades para una vida digna y conseguir
una verdadera Transformación Social
Educamos, partiendo de los contextos,
para empoderar a nuestros niños, niñas
adolescentes y familias para la construcción de
una mejor sociedad
Educar donde termina el asfalto,
hoy se convierten en nuevas fronteras donde es
necesario garantizar una educación de calidad
Apostamos por una educación que desde
la cultura del cuidado y la pedagogía del amor se promueva ambientes seguros,de igualdad y equidad donde nuestros niños, niñas y jóvenes desarrollen al máximo sus capacidades, abilidades y competencias para la vida
Caminamos con una espiritualidad transformadora
hilo conductor que une la fe con la praxis, que
construye historia con los pies en la tierra para luchar por la transformación.
Con un liderazgo vivo y al estilo de un Jesús
humano que nos invita a Servir mejor, para ser más
Buscamos, soñamos y queremos construir
una escuela de Fe y de Alegría para poder transformar las realidades, una escuela que se proponga pensar y repensar nuevas respuestas para mejorar a educación, proactiva, que convoque, que busque justicia y que muestre en sus prácticas cotidianas al Dios de la vida
El corazón de Fe y Alegría está más dispuesto que nunca para “amar y servir”, desde esa profunda fe, que emana del Cristo que camina con su pueblo. Son 60 años fraguando hoy una educación que libera y humaniza, para que toda persona siga siendo, desde el reconocimiento del otro, protagonista de su propia liberación.
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