Querida familia de Fe y Alegría, ante las nuevas medidas económicas tomadas por el Gobierno, que reduce el salario de los educadores y ante las protestas que comienzan, no sin razón, queremos manifestar lo siguiente:
Ante situaciones emergentes, de muertes y desesperación, que estamos viviendo TODAS y TODOS a nivel global, no podemos responder desde análisis sectorizados y apresurados, sino desde un contexto que nos exige responsabilidad desde la solidaridad y con actitud propositiva como siempre lo ha hecho Fe y Alegría.
No hay que olvidar la historia de dónde venimos, nuestra mirada nace “donde acaba el asfalto”, desde allí comprendemos que Fe y Alegría es más que una escuela, es un movimiento social educativo, por ello, demandamos que cualquier medida sea aplicada con equidad, donde todos seamos coherentes con la austeridad y solidaridad que nos exige el momento.
Fe y Alegría jamás ha dejado su puesto de trabajo, lo cual no quiere decir que no siga trabajando por la dignificación y la formación del maestro y maestra, como parte fundamental de la transformación social, tal como expresamos en nuestro primer comunicado durante esta emergencia, nuestro principal aporte con nuestros educadores, para la reconstrucción del tejido social del Ecuador, será garantizar el derecho a la educación que merece cada niño, niña y joven del país.
Nuestros centros educativos son espacios para el análisis, la mirada crítica, discernir en libertad, por ello, insistimos que no es momento para el caos, es tiempo para repensarnos, actuar coherente y humanamente desde la realidad que nos está tocando vivir. Los maestros y maestras tienen la vida del pueblo en sus manos, de nosotros depende que surja otra cultura más humana y sobria.
Animamos a toda la familia de Fe y Alegría a recrear la educación, encontrando nuevos caminos, nuevos métodos, nuevos currículos e inventar nuevos paradigmas que puedan incidir en los proyectos políticos que impliquen un mayor bien común, nuestro compromiso es Educar para Transformar y lo seguiremos haciendo día a día en cada centro educativo.
Aprovecho para dar un mensaje a los Padres de Familia, sabemos que son tiempos difíciles. Primero quiero agradecerles por confiar en nosotros y porque muchos no han dejado de aportar el pago de las pensiones. Aunque nuestras pensiones son muy bajas, somos conscientes que habrá muchas familias que ahora no podrán cancelar. Estamos trabajando por ustedes, en Fe y Alegría nadie se quedará fuera de la escuela por motivos económicos. Pero como ustedes saben, si no hay recursos es imposible mantener nuestros centros; por esto insistimos, desde nuestro proceso de educación popular durante 55 años, que será la organización comunitaria la que podrá salvar desde la solidaridad y el compromiso, el proyecto humanizador de Fe y Alegría.
Desde nuestra fe cristiana, seguiremos trabajando, con la ayuda de Dios, por la esperanza de una verdadera transformación social que implica el cuidado del prójimo y de nuestra Casa Común, la Tierra.
