Ser docente es vivir la fe y contagiar la alegría

Ser docente es vivir la fe y contagiar la alegría

En Llano Grande, barrio ubicado al norte de la ciudad de Quito, se encuentra la Unidad Educativa “La Dolorosa”. Es en esta localidad a la que llegaría el Padre José María Vélaz en 1964 para continuar expandiendo la chispa de Fe y Alegría que surgió años atrás en Venezuela, convirtiéndose así, en la primera escuela del movimiento de educación popular en nuestro país. Desde entonces, este centro educativo, ha acogido a miles de niños, niñas y jóvenes en sus aulas que han crecido de la mano de su comunidad educativa.

 

“Todo comenzó cuando solicité cupo para mis hijos en este noble centro educativo. Llegué con tres hijos, que hasta hoy sienten emoción al hablar de su colegio”

 

Recuerda Consuelo Morales, actual docente de la U.E. La Dolorosa, que al igual que muchas familias que confiando en la misión de Fe y Alegría se acercan a buscar un cupo para que sus hijos e hijas estudien. Su historia también abraza a la de su familia, ya que al igual que sus hijos, su primer nieto estudió aquí, hoy es un joven universitario que se educa fuera del país. Su nieta también es exalumna y actualmente es una estudiante universitaria orgullosa de la educación que recibió en Fe y Alegría.

 

“No se puede amar lo que no se conoce” es una de las frases que la profe Consuelito, como le dicen de cariño sus estudiantes, menciona para contarnos que desde que llegó a Fe y Alegría en el 2002, ha procurado conocer más sobre su historia y su enfoque de Educación Popular, que de la mano de la experiencia de personas empoderadas y convencidas, le ayudaron a entender los principios del Movimiento y a vivir, en el aula y en cada rincón de la Unidad Educativa La Dolorosa, la pedagogía del amor.

 

Consuelo nos cuenta que en estos 22 años de servicio ha aceptado varios desafíos que le han confiado y que sin duda han sido periodos de aprendizajes constantes que han aportado a su crecimiento y compromiso personal y comunitario con Fe y Alegría, 

“Después de varios años como docente, asumí el rol de Coordinadora Pedagógica, donde pude influir de manera más directa en el desarrollo curricular y en la implementación de estrategias educativas innovadoras. Colaborar estrechamente con otros educadores y administradores me permitió entender mejor las necesidades de nuestros estudiantes y cómo  apoyarlos en su crecimiento académico y personal” menciona con orgullo.       

Con el tiempo, Consuelito también se desempeñó como Vicerrectora y nos cuenta que este rol le permitió trabajar aún más de cerca con la administración escolar, liderando iniciativas para mejorar la infraestructura escolar, fortalecer la comunidad educativa y expandir las oportunidades para sus estudiantes, lo resume en que “cada paso ha sido una prueba del poder transformador de la educación cuando se combina con un liderazgo comprometido y una visión clara”. 

 

A pesar de sus varios roles, con alegría nos cuenta que el paso más reciente y uno de los más significativos, es ser Asesora de Movimiento Infantil Fe y Alegría (MIFA) y que uno de los recuerdos más gratos fue recibir, junto a sus líderes y lideresas, su pañoleta como Asesora en la ceremonia que se realizó en la Escuela San Ignacio de Loyola en Checa. “Cada vivencia es una bendición, una oportunidad para crecer, para hacer vida, según lo que dice nuestro lema SER MÁS PARA SERVIR MEJOR”

La profe Consuelito mira hacia atrás con profunda gratitud por las experiencias compartidas, las amistades formadas y los impactos positivos logrados en la vida de tantos jóvenes. Recuerda con inmenso cariño a las familias que compartieron con ella varias generaciones 

 

“estos últimos años he visto a muchos pequeños, corretear por los mismos patios, subir las mismas gradas por las que transitaron sus padres y que años atrás fueron mis alumnos”.

 

Hoy su compromiso con la educación y su comunidad educativa sigue siendo tan fuerte como el primer día, continua con la emoción de saber que su labor aporta a la misión de Fe y Alegría; formar ciudadanos íntegros y comprometidos con la justicia social y el bien común. 

 

En la actualidad la U.E. La Dolorosa acoge a más de 800 estudiantes de los 31000 que se educan en Fe y Alegría en todo el Ecuador y Consuelito es una de los 1363 docentes comprometidos que ha hecho posible que cumplamos seis décadas brindando una educación que humaniza el corazón para la libertad y la justicia.