La comunicación debe ser la herramienta que ayude a construir imaginarios para dinamizar y fortalecer la voluntad de nuestro movimiento de educación popular integral y de promoción social. “Maestros de la Fe y la Alegría”, “Educar es enseñar a mirar. Hoy, ¿quién es nuestro prójimo?», son un par de ejemplos que siguen posicionando el quehacer educativo de Fe y Alegría Ecuador en diferentes niveles. Pasando por varias etapas y con varios rasgos, la comunicación del movimiento sigue manteniendo desafíos claves; algunos identificados antes de la pandemia: ¿cómo llegar a ser ese canal, que “junte las aguas”, de lo que piensan y sienten las comunidades educativas sobre sus problemas cotidianos? y, ¿cómo nuestro proyecto educativo trata de dar alternativas que transformen esas realidades?, ¿cómo articular una red comunicativa que mire a otros actores y que se mueva con nuestros valores institucionales para “desacomodarnos” y movernos, inspirados en lo ético, político y epistemológico de la educación y comunicación popular?, ¿Cómo vamos construyendo nuestra reputación institucional, poniendo mucha atención a “nuestra visión para evitar la mercantilización de nuestra marca”?, ¿Cómo debemos afinar el trabajo comunicativo para incidir políticamente?.