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Retos que nos movilizan en estos 60 años de Educar humanizando el corazón

En este 2024, queremos empezar recordando la importancia de «Educar humanizando el corazón para la libertad y la justicia», este es el leitmotiv que nos une para conmemorar el camino hacia los 60 años de Fe y Alegría en el Ecuador. Esta frase es la idea vívida de transformación social que persigue actualmente nuestro movimiento educativo.
Para nosotros y nosotras, la educación popular es la piedra angular que orienta nuestra misión para llegar a las distintas fronteras de exclusión que viven los países en donde estamos presentes. Generamos sostenibilidad desde el compromiso y, mediante la acción pública, buscamos incidir en la transformación social, cultural y política.

Educar desde el amor y como una práctica para la libertad implica no solo transmitir conocimientos, sino también cultivar la capacidad de cuestionar, reflexionar y actuar de manera autónoma. Es un llamado a abrir las mentes, a desplegar alas que permitan volar más allá de las limitaciones y centrar nuestros esfuerzos en las personas, que implica el desarrollo pleno de su capacidad de amar a través de la pedagogía del corazón como estilo educativo. Las y los educadores deben asumirse como verdaderos artistas capaces de acompañar a redibujar las historias de vida de sus educandos, permitiendo que sean ellos los protagonistas de sus proyectos de vida.

Guiados por nuestro Plan Estratégico 2021-2025, ratificamos nuestro compromiso de seguir trabajando por:

  • Escuela Abierta: Abrir espacios educativos que permitan que el ejercicio del derecho a la educación de la niñez y juventud sea una realidad, lo que implica buscar alternativas innovadoras que supongan mayor cobertura, acceso y promoción.
  • La Educación Rural: potenciar los lugares en los que tenemos presencia, de tal manera que respondan a las necesidades del contexto y sean un aporte para el desarrollo local siendo coherentes con el llamado a ir a las fronteras de la exclusión.
  • Instituto Superior Tecnológico: el deseo de garantizar el derecho a la educación, pasa por los esfuerzos de garantizar el continuo educativo, en el que las experiencias y saberes aporten sujetos de transformación.
  • Inclusión de nuevos centros: ir donde termina el asfalto hoy toma formas diversas y se traduce en: donde hay injusticia, donde falta el internet, donde no hay acompañamiento, donde hay violencia, desigualdad, donde las relaciones de poder son desiguales, donde falta el sentido de vida… Garantizar el derecho a una educación de calidad y garantizar los aprendizajes, es una frontera de actualidad. 
  • Fe y Alegría Virtual: los aprendizajes que nos deja la pandemia del covid 19 nos muestra que la tecnología es un campo en el que reconocemos debilidad, la frontera digital. Reflexionar sobre esta, permitirá actualizarnos y ampliar nuestra visión en el contexto que hoy en día vivimos signado por los múltiples usos de la tecnología en nuestra vida cotidiana, donde la educación no es una excepción. La tecnología por sí misma no garantiza los aprendizajes, los educadores y educadoras deben profundizar en su uso como mediación pedagógica.

Empezamos un nuevo año y somos conscientes como Movimiento del camino que todavía debemos seguir recorriendo “en-red-dados” con diversos actores que trabajan al igual que nosotros por la defensa del derecho a una educación integral, inclusiva y de calidad, que contribuye a la formación de una ciudadanía corresponsable y global.

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